lunes, septiembre 25, 2006

El amigo imaginario

Cuando chica escuché alguna vez que los niños solían tener "amigos imaginarios" y que eso era muy normal. Como yo no tenía uno, me preocupé, pensé que yo no era normal y traté de imaginarme un amigo, pero era muy aburrido.

Lo más parecido tal vez a esto, habrían sido las pesadillas y los marcianos que creía ver en mis sueños, ésos sí que eran realies, o el diablo que me molestaba o las ranas y culebras que se movían por las sábanas. Pero nunca un amigo imaginario.

Kathleen tiene muchos amigos imaginarios. Cuando le llevo la bandeja del almuerzo, ella sentada en su sillón, me dice que por qué no le traje almuerzo a sus amigos, haciendo un movimiento con la mano como que "ahí están". Yo sólo veo las flores y la ventana. Yo le digo que tenía que saber de antes cuántas visitas va a tener a la hora de almuerzo para decirle al chef que prepare algo para sus amigos y ella me contesta "pero si tú ves cuántos son, además que siempre están sentados ahí". Para tratar de sacarle más información le pregunto que cómo se llaman y me contesta "y qué voy a saber yo, si no me hablan". Quedé un poco desconcertada. "¿Pero qué amigos son ésos que no te hablan Kathleen?". "Pregúntales tú". Para cambiar de tema tomé el plato de la comida y le dije que mejor lo compartiera con sus amigos e hice como que ofrecía a una audiencia. Luego le dije "aparte de mudos, están a dieta parece".

Kathleen nunca se va a acostar a su cama, porque cree que es un ataúd. Prefiere dormir en el sillón y con la luz encendida. Una tarde la vi casi cayéndose del sillón y le dije que qué quería. Se estaba sacando las pantuflas y me pidió que le pasara sus zapatos de tacones. Kahleen debe tener unos 90 años y sus pies están muy hinchados. Como una cenicienta le puse los zapatos apretados. Luego me pidió su cartera y en ella puso envuelta en una servilleta un pequeño ramito de flores. Luego levantó la mirada y me dijo "¿Me prestaría dinero?". Nuevamente me desconcertó y mi cara debe haber dicho mucho porque luego agregó: "¿Estás quebrada? ¿O aún no te pagan?". Le dije que para qué quería el dinero y me dijo "Para ir al aeropuerto. Pero por favor, préstame dinero para el taxi, si preguntas te van a decir que soy muy honesta y mañana te lo devuelvo". Como veía que no la iba a convencer de nada, le dije que primero tenía que esperar a la cena que se la iba a traer y que después podía salir, a lo que se quedó más tranquila.

Después de comer, como se había olvidado de todo el asunto se dio cuenta de que tenía sus zapatos puestos y cuando veía a alguien pasar por el pasillo le decía "chiquillas, vamos a bailar que tengo los zapatos puestos".

De tener amigos imaginarios, al menos no le dan miedo y tampoco hablan. Algo de compañía le harán en las tristes tardes del asilo de ancianos. Mal que mal, sus amigos imaginarios pasan más tiempo con ella que su propia familia.

sábado, septiembre 02, 2006

El Puto Uniforme



La relación de las personas con el uniforme es rarísima. Yo odio los uniformes en general, sobretodo los militares y escolares. Pero este uniforme no niego que cuando me lo dieron, me puse contenta, era como que "soy parte" de la institución. Raro... pero el puto uniforme a la larga te salva de la mierda, orines, se pone hediondo con tu transpiración y el acrílico del que está hecho y te queda generalmente enorme.

Cosa aparte que acá en Inglaterra al menos, las enfermeras y auxiliares de enfermería tienen uniformes azules y los cinturosnes te dan el estatus.

Los doctores no usan delantal ni guates... raro.

Además la institución de la enfermería desde un principio tiene estrecha relación con las monjas y a la enfermera se le llama "sister" y a la jefa "matron", palabra francesa al parecer de "madre". Uf... aparte que tienen normas estrictas de cómo comportarse, qué usar y qué no usar. Idioteces... ni que fuera a limpiar un traste o vaciar un catéter mejor por eso...

Las perras de mis colegas, son bien perras. Hay excepciones obviamente, y bien contrastadas del resto (mis amigas), pero en general las enfermeras son mala leche (contigo y los pacientes) y las auxiliares de enfermería te van a acerruchar el piso pesado... lo loco es que uno está para ayudarse mutuamente porque inevitablemente hay que hacer cosas en equipo y mientras más personal haya, mejor. Pero ellas no lo ven así, sobretodo las veteranas que llevan más de una década en esto.

Pero putas, a pesar de todo esto y del uniforme, lo paso bien.